En primer lugar, debemos saber ¿En que sonsiste el Grooming? Se trata de un tipo de acoso que no solo afecta la tranquilidad del niño víctima, sino que también pone en riesgo su seguridad e integridad y se trata de un acoso ejercido por un adulto referido a las acciones realizadas deliberadamente para establecer una relación y un control emocional sobre un niño o niña con el fin de preparar el terreno para el abuso sexual del menor. Se podría decir que se trata de situaciones de acoso con un contenido sexual explícito o implícito.
Cómo inicia el Grooming: Si bien, compartir fotografías privadas no supone un caso de Grooming, se incrementa la cantidad de veces que se comparte este tipo de información, ya sea por redes sociales o por mensajería instantánea. El riesgo de Grooming inicia cuando un adulto haciéndose pasar por un menor, intenta seducir a un niño o niña para intentar un acercamiento con índole sexual, averigua sus gustos para tener temas de conversación y así ganarse la confianza del menor para poder solicitar las fotografías que desea.
Índice
¿Cómo se detecta un posible caso de Grooming?
Este tipo de acoso se produce cuando se comete algún tipo de chantaje y extorsión. El miedo se apodera del niño o niña, víctima y se siente cada vez más vulnerable, sin saber a quién acudir, sin forma de afrontar este acoso, incluso llega a pensar que se encuentra en una situación ‘sin salida’.
¿Cómo se manifiesta el Grooming en la víctima?
Se puede presentar de manera diversa, dependiendo de la víctima. Generalmente, se producen cambios en el humor, la actitud, la vida cotidiana, las relaciones, puede incluso abandonar las actividades diarias. También puede llegar a sentir culpabilidad.
¿Quiénes pueden ser víctima de Grooming?
En realidad, víctima de Grooming puede ser cualquier menor o adolescente independientemente de su edad y aspecto físico. Algunos estudios afirman que las víctimas más frecuentes son las chicas adolescentes.
¿Cómo actúan los adolescentes ante casos de Grooming?
Aunque este tipo de acoso se vio acrecentado con el fácil y rápido acceso a las nuevas tecnologías, como smartphone conectados a internet constantemente, los menores y adolescentes minimizan los riesgos. Piensan tal vez que a ellos nunca les pasará, porque no contactan con extraños, porque no hablan con gente adulta, sin siquiera imaginar que ese chico de su edad a quien conoció a través de Facebook en realidad utiliza fotografías de otros menores y en realidad es un adulto con malas intenciones.
Deberíamos reflexionar detenidamente acerca de estos temas y pensar si nuestras actuaciones y relaciones en internet y en las redes sociales son seguras o si nos pueden generar problemas.
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