En un post anterior hemos compartido un artículo referente a la obesidad digital y la dieta digital donde se demostraba el grado del consumo excesivo de dosis de tecnología día a día que representaría un sobrepeso. ¿Puede uno luchar contra este consumo desmesurado y establecer límites? Jake Reilly era un joven que no podía vivir sin estar conectado, enviaba más de 1.500 mensajes al mes, leía los tweets que enviaban las 250 y hablaba de 600 a 900 minutos por teléfono y un día decidió cambiar esta actitud y pudo estar alejado de Internet, las redes sociales y de su teléfono móvil por 90 días.
¿Cómo inició?
El joven que reside en Chicago, según informa el sitio america.infobae, un día estando con algunos amigos en su departamento, se dio cuenta de que en lugar de hablar con sus mejores amigos que se encontraban allí, él estaba pendiente de su dispositivo móvil y que el 1 de octubre de 2011 decidió alejarse de las tecnologías porque, necesitaba volver a relacionarse con las personas y no con sus perfil, afirmó el joven.
Si bien, los primeros días no fueron fáciles, Jake mencionó que descubrió que tenía más tiempo libre y comenzó a comunicarse con sus amigos escribiendo con tizas en las aceras y dejando notas en los ascensores de la universidad. También comparte lo que aprendió con esta acción:
1- Se dio cuenta de quienes en verdad, deseaban estar comunicados con él.
2- Hoy es más consciente del cómo utiliza internet y las redes sociales.
¿Te animarías a disminuir el uso de las tecnologías y pasar más tiempo con tus familiares y amigos?