Entrevista: Riesgos y amenazas más comunes en Internet

¿Cuáles son las mayores preocupaciones de los usuarios en Internet?-Nos movemos como peces en el agua en Internet. Sin embargo a veces no somos conscientes de que nadamos entre tiburones, y pensamos que todo lo que vemos y hacemos se encuentra en una especie de dimensión paralela que no nos puede afectar en la tranquilidad de nuestros dispositivos y hogares.- Así comienza una publicación compartida por la Oficina de Seguridad en Internet ofrecido por el gobierno de España puesto en marcha por el Instituto Nacional de las Tecnologías de la Comunicación.


Durante una entrevista con la coordinadora del departamento de operación de la OSI, se dieron a conocer varios puntos centrales que todo usuario de internet debe conocer y tener en cuenta. Compartimos contigo esta interesante entrevista:


¿Cuáles son las consultas más frecuentes que os hacen los internautas?

Susana de la Fuente: Las consultas que recibimos en la Oficina de Seguridad del Internauta de INTECO giran en torno a tres temas, principalmente:


En primer lugar, los usuarios demandan información para protegerse frente al malware. Esto ocurre especialmente cuando se detectan campañas virulentas y masivas, como ha sido el famoso “virus de la Policía” en sus múltiples variantes.


En segundo lugar, recibimos numerosas consultas sobre suplantaciones de identidad y secuestro de perfiles en redes sociales. En estas situaciones, alguien se ha apoderado de la contraseña de la cuenta y la ha modificado, de manera que el usuario legítimo pierde el control sobre su cuenta.


Por último, los internautas nos piden información sobre situaciones de fraude online en sus múltiples variantes: desde e-mails reclamando una cantidad de dinero para, por ejemplo, hacer efectivos sus derechos sobre una herencia en un país extranjero (la típica carta nigeriana aplicada al mundo digital), hasta personas que han comprado algún producto a través de una web dudosa y no llegan a recibir la mercancía.


En cualquier caso, el contenido de las consultas que recibimos es muy heterogéneo. Dado lo cambiante del entorno tecnológico, constantemente aparecen nuevas temáticas de interés para los usuarios, que nos ayudan a comprender las preocupaciones de los ciudadanos en ciberseguridad.

 

¿Consideráis que la mayoría de los usuarios están bien preparados contra las amenazas de Internet?


Somos los usuarios quienes debemos asumir la responsabilidad de la seguridad de nuestros equipos, y los datos confirman que estamos razonablemente protegidos. El Estudio sobre la seguridad de la información y la e-confianza de los hogares españoles muestra que 9 de cada 10 usuarios de Internet españoles tienen instalado un antivirus, y 8 de cada 10 tiene actualizado el sistema operativo de su equipo. Son datos positivos que nos permiten concluir que la sensibilidad del ciudadano hacia la ciberseguridad va consolidándose.


A este mensaje optimista hay que añadir una puntualización. La seguridad total no existe, y por tanto nunca se está 100% preparado frente a las amenazas de Internet. Los malos se están aprovechando cada día de vulnerabilidades, que en muchas ocasiones no son todavía conocidas por los fabricantes y por tanto no se han solucionado, para introducir malware. Es importante que los ciudadanos sean conscientes de esta realidad y que estén pendientes de los avisos de seguridad y actualizaciones.


La seguridad total no existe, y por tanto nunca se está 100% preparado frente a las amenazas de Internet.


¿Cuáles son los engaños en los que suelen caer más fácilmente los usuarios?


Los mismos engaños en los que caen fuera de Internet. La curiosidad del usuario es el principal cebo del que se aprovechan los atacantes a la hora de poner en circulación sus amenazas. Así, detrás de programas tan sugerentes como ¿Quieres saber quién ha visitado tu perfil en Facebook? o Espía conversaciones en Whatsapp, se esconden en realidad piezas de malware o suscripciones a servicios SMS Premium.


Además de la curiosidad, las gangas irresistibles para el usuario son otro gancho que utilizan los atacantes. Por ejemplo, anuncios en los que se vende un producto a un precio muy inferior a su valor de mercado. El usuario (víctima) piensa que está adquiriendo un chollo, cuando en realidad puede tratarse de una estafa, ya que la mercancía nunca llega a su domicilio. U ofertas de trabajo en las que el trabajo consiste, simplemente, en recibir transferencias bancarias y reenviarlas a otras cuentas, percibiendo una cantidad por la intermediación. En estos casos, el usuario (coloquialmente llamado mulero) está contribuyendo a blanquear dinero procedente de actividades delictivas. El consejo a los usuarios es aplicar el sentido común: comprar en sitios fiables y desconfiar de precios anormalmente bajos.


Sin embargo, a pesar de estos consejos, hay situaciones en las que se hace muy difícil para el internauta saber que está siendo engañado. En los casos más recientes de phishing, los atacantes reproducen de manera muy fiel las páginas originales de las entidades suplantadas. Nada que ver con los primeros casos de phishing bancario, donde los errores ortográficos o gramaticales y las traducciones incorrectas hacían sospechar de su ilegitimidad. Por eso insistimos una vez más en que es importantísimo que el internauta esté al día de la actualidad en ciberseguridad, para poder identificar y combatir los riesgos.


Ahora los menores pueden acceder a Internet y las redes sociales desde plataformas móviles, incluso desde el colegio.

 

 ¿Cómo podemos controlar este acceso y educarlos para que aprendan a configurar bien su privacidad?

 

Esta es una pregunta que permite muchas respuestas, ya que el nivel de supervisión dependerá de la edad de los menores, de su grado de madurez y de hasta qué punto quieran intervenir los padres en la navegación de sus hijos.

En general, es imprescindible el establecimiento de unas normas o pautas de uso de forma consensuada entre padres e hijos. Periódicamente, se pueden comentar o revisar estas normas para adaptarlas a los posibles avances de la tecnología y al propio desarrollo del menor. Algunos de los aspectos que deben abordar estas reglas son los lugares y tiempos de utilización, así como los tipos de usos (juegos, aplicaciones, etc.).


Al establecer estas normas, los adultos se están implicando en la vida digital de sus hijos. Se recomienda evitar la prohibición como reacción ante la incidencia de alguna de las situaciones de riesgo. Es más importante educar en la responsabilidad.


Además de estas pautas de carácter general, existen herramientas de control parental que evitan el acceso a contenidos inadecuados para los menores y permiten monitorizar la navegación del menor. Queda al criterio de los adultos utilizar este tipo de herramientas, en función de la edad del menor y del tipo de \»control\» que deseen ejercer sobre sus hijos.

 

Para aprender más con esta entrevista, te invitamos a leer la nota completa haciendo clic Aquí.

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